Haití es un país insular de América, ubicado en la parte occidental de la isla La Española, en el mar Caribe.
MSF proporciona atención médico humanitaria en Haití desde 1974.
Desde el terremoto de 2010 y la epidemia de cólera que se presentó ese mismo año, la reconstrucción del país ha sido lenta, y muchos haitianos siguen dependiendo de la ayuda humanitaria.
Haití es uno de los países con mayor cantidad de financiamiento internacional, pero el sistema de salud aún no se ha recuperado, debido a las promesas incumplidas o retrasos de los países donantes de fondos y a la falta de prioridades claras por parte de las autoridades haitianas y de la comunidad internacional.
Antes del terremoto, el acceso a la atención sanitaria ya era un problema para la gran mayoría de los haitianos: las tarifas que se cobraban no eran asequibles y había pocos hospitales públicos debidamente equipados.
Las condiciones de vida precarias, la falta de agua, un pobre sistema de salud y las deficientes instalaciones de saneamiento exacerbaron la epidemia de cólera que continúa generando casos al día de hoy. Además, en 2014 una nueva epidemia, la chinkungunya, afectó a la población, agravando el estado de salud sobre todo de los niños.
Cuatro años después del terremoto y el inicio del cólera, decenas de miles de haitianos siguen viviendo en inseguros e improvisados campos en torno a Puerto Príncipe. En estas condiciones, MSF ha identificado que las adolescentes están especialmente expuestas a la violencia sexual.
Y nadie parece recordar el sufrimiento del pueblo haitiano que continúa fuera del centro de la atención internacional, sufriendo las consecuencias de un olvido crónico.
Parte de nuestra tarea es comprender que detrás, de cada uno de estos escalofriantes números, detrás de cada porcentaje, hay una persona, una familia, una historia de vida:
La crisis de cólera que comenzó pocos meses después del terremoto de 2010 persiste, particularmente durante la estación de lluvias, cuando el número de pacientes alcanza niveles epidémicos. Desde octubre de 2010, más de 700,000 personas han sido infectadas con el cólera. Un tercio de ellos han sido tratados por MSF. Varias organizaciones humanitarias que trabajaban contra la epidemia se retiraron por falta de fondos; desde entonces, se ha incrementado el número de pacientes ingresados en los centros de tratamiento de MSF.
Los equipos siguieron adoptando medidas preventivas, como la distribución de kits de higiene, la cloración del agua y actividades educativas y de sensibilización.
Además, MSF está trabajando arduamente, junto con el Ministerio de Salud haitiano, apoyando la campaña nacional para la prevención del dengue y la chikungunya.
También, MSF cuenta con 2 estructuras hospitalarias que han asistido a la población durante este periodo de epidemia de chikungunya. Una en Léogâne y otro en Martissant, Puerto Príncipe.
Sólo en Léogâne, hasta junio de este año se han atendido 1700 casos con sospecha de chikungunya y MSF ha tenido un gran incremento de admisiones pediátricas debido a la chikungunya.
En neonatología, MSF ha tenido un incremento de bebés prematuros ya que la infección en las madres puede desencadenar el parto.
Con más de 500 camas en 4 hospitales, MSF sigue llenando el vacío existente en materia de atención urgente.
Históricamente ha habido poca atención de emergencia disponible para las personas en Haití, a menos que puedan darse el lujo de pagar por ello. MSF gestiona el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO, por sus siglas en francés), un hospital de 130 camas en Puerto Príncipe que proporciona atención obstétrica gratuita las 24 horas para las mujeres embarazadas que sufren de complicaciones como la preeclampsia, eclampsia, hemorragia obstétrica y ruptura de útero. También se ofrece una amplia gama de servicios de salud reproductiva, incluida la planificación familiar, la atención postnatal y la prevención de la transmisión materno-infantil del VIH. Una unidad de 10 camas, el 'Cholernity', está disponible para las madres embarazadas con el cólera en el CRUO.
A partir de esta experiencia, MSF se ha dado cuenta de que responder a las necesidades de salud mental es esencial inmediatamente después de una crisis. Para ayudar a prevenir las consecuencias psicológicas negativas a largo plazo del desastre, las consultas de salud mental se incorporaron en las primeras etapas de las acciones médicas humanitarias.
La información que se publicó durante el mes de enero de 2014 fue sobre el aniversario del terremoto a cuatro años de sucedido, con una sola mención en radio a la epidemia de cólera. En marzo, por una alerta por cólera de la OMS, el país fue mencionado 4 veces. En abril, mayo y junio, las notas se relacionaron con el descubrimiento de una de las barcazas utilizadas por Cristóbal Colón y el gasto público para adquirir los derechos de transmisión del mundial de fútbol.